lunes, 7 de octubre de 2019

Discografia

Creedence Clearwater Revival (1968)

1CCREl primer álbum del renovado grupo mostraba un giro de dirección. Con The Golliwogs habían estado cultivando los sonidos hippies característicos de su zona de origen, San Francisco. Pero John Fogerty estaba fascinado por el blues del Mississipi, sus temáticas sobre pantanos y la clase obrera del sur de los Estados Unidos. Introdujo muchos elementos de música sureña y esto produjo una curiosa paradoja, ya que siendo originarios de California se convirtieron en pioneros de una nueva corriente que después sería llamada «rock sureño». Lo que predominaba, pues, era la relectura de sonidos tradicionales pasados por el tamiz de la nueva generación, incluidas influencias psicodélicas aquí y allá. Era un buen disco, pero a las canciones escritas por Fogerty todavía les faltaba algo, un toque más característico, no eran todavía especialmente memorables. De hecho las versiones de temas ajenos eran, con mucho, lo mejor. Fueron precisamente las versiones las que ayudaron a que este trabajo llegase al puesto 52 de las listas, lo que no estaba nada mal para una banda debutante. En resumen, aunque lejos del nivel medio de sus álbumes posteriores y grabado con medios modestos, era una muy respetable tarjeta de presentación.

Bayou Country (1969)

2Bayou CountryEl disco de la explosión. En el anterior lo importante habían sido los temas ajenos, pero aquí solamente grabaron una versión y, aun así, el resultado global era bastante más robusto, lo cual habla de la seguridad que John Fogerty estaba adquiriendo como principal compositor, además de figurar ya nominalmente en el papel de productor. Esto no se produjo sin conflictos internos. Dado que Bayou Country iba a ser el primer álbum grabado en un estudio de primera línea, a Fogerty le preocupaba la insistencia de sus compañeros por formar parte del proceso creativo, componiendo y cantando junto a él. En su opinión, los resultados no eran buenos; él era el único que componía buenos temas. Lo mismo sucedía con las voces. Salvo Tom, que sí cantaba muy bien, la idea de que St Cook y Doug Clifford añadiesen coros no le convencía. Ejerciendo ya como líder, se llevó a los otros tres a cenar a un restaurante y básicamente les dijo que debían grabar el mejor disco posible «si no queréis volver a trabajar en un lavadero de coches». Lo cual implicaba que él, miembro de superior talento, debía tomar todas las decisiones artísticas. Con reticencias, los otros tres aceptaron unas reglas que transformarían la Creedence en una dictadura. Eso no ayudó al buen ambiente, pero artísticamente fue una buena decisión, porque bajo el comando de John Fogerty el grupo iba a despegar de manera inimaginable. Este disco fue el resultado de la creciente inspiración de John Fogerty.


Green River (1969)

3_Green_River

Lo dicho del anterior disco puede aplicarse de manera ampliada a su tercer álbum, el mejor que habían grabado hasta la fecha. Aunque aquí no hay una canción tan redonda como «Proud Mary», si tomamos el disco como conjunto, el nivel medio de las composiciones es superior al de Bayou Country. Fogerty tenía completamente clara la dirección que debía tomar. Aquí empezó a dejar notar una creciente influencia country junto a los sonidos pantanosos de los que ya se había apropiado, y ese era quizá el ingrediente que faltaba para que su particular mezcla ganase todavía más en riqueza y profundidad. Green River constituye la primera obra maestra de la Creedence y los catapultó a lo más alto desde el punto de vista comercial. También ayudó a que la repercusión internacional del grupo se consolidase a pasos agigantados. Para entonces estaba claro que John Fogerty era el cerebro y líder absoluto de la banda; exceptuando una versión, todos los temas estaban escritos y producidos por él, y protagonizados por su voz y su guitarra. Esto, que en el futuro causaría roces en el seno del grupo, era también la clave de su éxito: la Creedence era casi como «John Fogerty y amigos». Pero no se le pueden poner peros a su dictadura: el talento del líder estaba en plena ebullición.


«Bad Moon Rising»: El primer single era la demostración de que la habilidad de John Fogerty para escribir canciones inmediatas y muy pegadizas estaba llegando a lo más alto. Esta canción fue su segundo gran éxito internacional después de «Proud Mary» y cimentó su prestigio como uno de los grupos más radiables del planeta. El tema fue inspirado por una película en la que Fogerty vio una escena de un huracán que le trajo a la mente una canción sobre el Apocalipsis, aunque su alegre tonadilla podría engañar a quienes no entendiesen la letra.


Willy and The Poor Boys (1969)

4WillySi Green River había sido un gran disco, este cuarto álbum ¡era todavía más brillante! La creatividad de Fogerty seguía en estado volcánico y el sonido del grupo, increíblemente, demostró que aún tenía espacio para la mejora. Las influencias country se hicieron más evidentes, incluyendo la afortunada introducción de arreglos corales, además de algún que otro ramalazo más rockero que de costumbre. Las composiciones de Fogerty eran más inspiradas que nunca y también cada vez más pegadizas; no solamente estaba la intensidad de siempre, sino que las melodías reconocibles al estilo «Proud Mary» empezaban a ser más abundantes. La crítica recibió este disco con un entusiasmo comprensible y el éxito internacional de la banda se redobló. En un frenético periodo de dos años. Creedence Clearwater Revival habían publicado cuatro álbumes y se habían establecido en la cima del negocio. Sonaban reconocibles, eran una marca única que ofrecía un producto único y estaban publicando discos que dejaban completamente entusiasmados a los oyentes. Estaban en su mejor momento.

Cosmo’s Factory (1970)

5Cosmo's_Factory
Et voilà! Cual Serguei Bubka, la Creedence saltaba cada vez más alto, batiendo marca tras marca. En cuestión de meses, el fantástico Green River había sido superado en calidad por Willy and The Poor Boys. Y ahora, unos meses más tarde, publicaban otro disco que ¡también superaba a los anteriores! Impresionante racha. Mucha gente considera que Cosmo’s Factory es la obra maestra absoluta de la Creedence, su mejor LP, y lo cierto es que no tiene desperdicio se mire por donde se mire. Si con Willie and the Poor Boys había parecido que la Creedence estaba en lo más alto, con Cosmo’s Factory aún subieron unos peldaños más hasta alcanzar un nivel de calidad insultante. Cada canción que Fogerty escribió para este trabajo es memorable por sus propios méritos, no hay nada que esté por debajo del resto. El grupo está en la cúspide de su sonido, la habitual mezcla de blues sureño, country y un filo rockero cada vez más acusado. Todo aquí funciona al máximo rendimiento: las melodías, los arreglos… Cómo no, el público y la crítica respondieron con entusiasmo y no solamente lograron su segundo n.º1 en los Estados Unidos sino que coronaron también las listas de ventas en muchos otros países, situándose en el momento cumbre de su éxito mundial. La Creedence estaba oficialmente en estado de gracia. Cabe decir que el disco fue grabado en mitad de considerables tensiones: el rápido ascenso comercial y una actividad agotadora estaban minando el ambiente dentro de la banda, donde la dictadura de Fogerty causaba no poca acritud… pero desde el punto de vista artístico no se notaba lo más mínimo.

Pendulum (1970)

6PendulumEl penúltimo disco del grupo puede considerarse su último gran clásico. Era su sexto álbum en tres años, un ritmo de trabajo impensable en una banda de éxito actual. Hay que decir que no llega al apoteósico nivel de Cosmo’s Factory, pero tampoco se queda demasiado lejos. Una magnífica colección de canciones en la que, sí, quizá podía haber algún tema menos espectacular, pero tampoco puede decirse que hubiese señales de agotamiento creativo pese a la frenética actividad a la que habían estado sometidos. John Fogerty continuaba empeñado en ampliar los horizontes sonoros, incluyendo una sección de vientos —que tocó él mismo—, un órgano Hammond —que también tocó el mismo— y algunas influencias del soul que poco sorprenden después de haberlos visto versionar «I Heard It Through The Grapevine». Estos matices no cambiaron el sonido fundamental del grupo, sino que lo enriquecieron tcon nuevos matices. El nivel de las composiciones, como digo, estaba un poco por debajo de los discos anteriores, pero esto es un mero ejercicio comparativo. Tanto crítica como público lo recibieron con los brazos abiertos y Pendulum fue otro gran éxito, con toda justicia. A nivel interno, sin embargo, las cosas estaban terminando de estropearse. La tensión reinante entre los hermanos Fogerty explotó durante esta grabación. Tom, harto de la dictadura creativa de John, abandonó el grupo antes de que se editase el disco, aunque durante un tiempo consiguieron mantener oculta esta ruptura. En la gira, eso sí, tuvieron que continuar como trío. Este fue el último gran trabajo de Creedence Clearwater Revival tal y como todos concebimos el sonido clásico de la banda.



Mardi Gras (1972)

7Mardi GrasLa irregular despedida. Sabiendo que con la nueva manera de compartir el timón artístico iba a resquebrajarse el sonido de la banda, John Fogerty ayudó a conducir al grupo hacia el precipicio. Quería demostrar que el único cerebro válido de la Creedence era él. En 1976, un crítico de la revista Rolling Stone dijo de este disco que «en el futuro, Mardi Gras podría terminar siendo conocido como La Venganza de Fogerty». Y efectivamente, así es. En aquella misma revista Fogerty dijo que no contaba Mardi Gras como un verdadero disco de Creedence Clearwater Revival, sino como el producto de los reclamos sin fundamento de sus compañeros. ¿Es un disco horrible? No diría tanto y menos comparándolo con lo que se publica en la actualidad. Pero sí fue una sonada decepción, un muy considerable bajón de calidad con respecto a los trabajos anteriores. Como habían acordado, cada uno de ellos escribió y cantó tres canciones propias (John Fogerty en realidad cantó cuatro porque incluyeron una versión) y el resultado fue tan irregular como era de esperar. Cook y Clifford no eran malos músicos, pero estaban muy por debajo de Fogerty a nivel vocal y compositivo, así que la mediocridad terminó imperando. Mardi Gras vendió bien, porque para entonces la popularidad de la Creedence era inmensa, pero John Fogerty había probado su tesis: si no era él quien se encargaba de todo, la Creedence se convertía en un grupo del montón.

Creedence Clearwater Revival ¿Quienes son? y su historia


¿Quienes son los Creedence?



Creedence Clearwater Revival o Creedence (A veces estilizado como CCR) fue una banda estadounidense de rock, popular a fines de la década de 1960 y comienzos de la década de 1970.

El estilo musical de Creedence combinó el rock and roll con otros géneros tales como el blues, el góspel, el country y el swamp rock. La denominación genérica roots rock, se refiere a la música inspirada en las raíces tradicionales de la música norteamericana, no existía en la época en que se formó CCR, pero hoy en día sería perfectamente aplicable a su estética. Por su estilo de música tan peculiar, se les considera los reyes de la carretera, pues su música te lleva a imaginarte que estás conduciendo por una autopista. En sus primeros álbumes tenía un sonido bastante psicodélico y considerados como la banda precursora del Grunge.

 Historia

Fue uno de los grupos musicales más importantes de la historia. Durante apenas seis años de existencia gozó de un enorme éxito y sembró las semillas de una influencia casi universal sobre el mundo del rock. Su carrera explotó de forma meteórica: en menos de dos años pasaron de no ser nadie a codearse con la realeza del negocio, pero el final llegó con idéntica rapidez y su breve existencia terminó entre agrios choques de personalidades, demandas judiciales y rencores que en algún caso se prolongaron hasta la muerte. La crónica de Creedence Clearwater Revival es la de cómo el éxito puede destruir a una banda. Nunca sabremos qué hubiesen dado de sí de haber continuado unos años más, pero su herencia, desde luego, basta para situarlos a la altura de los más grandes. De siete álbumes que publicaron, por lo menos cinco son una maravilla y da igual cómo los ordene uno en cuanto a calidad… cada cual tendrá sus favoritos, cada cual pensará que el disco X es un poco mejor que el Y, o viceversa, pero es una discusión bizantina: esos discos no desmerecen entre sí. «La Creedence», como decimos en España —nunca he sabido el porqué del femenino, pero lo mantendremos por aquello de la costumbre— es básicamente uno de los buques insignia del rock de todos los tiempos.

Su historia empezó como la de muchas otras bandas de su tiempo. John Fogerty, Doug Clifford y Stuart Cook se conocieron en el instituto, donde formaron un trío instrumental llamado The Blue Velvets. A principios de los sesenta se convirtieron en la banda de acompañamiento de Tom Fogerty, el hermano mayor de John, que entonces ejercía como cantante. Allí estaban ya los cuatro miembros de la Creedence, aunque por aquel entonces no tenían un estilo demasiado característico e imitaban el sonido de diversos artistas de los años cincuenta, con énfasis en las baladas y el rock & roll más melódico.

Resultado de imagen para los creedence historiaAquel estilo, claro, quedó repentinamente anticuado tras la aparición de los Beatles. Más o menos por la época en que firmaban contrato con la Fantasy Records, los Blue Velvets empezaron a sufrir cambios internos. El pequeño de los Fogerty, John, era con diferencia el más talentoso de los cuatro y no tardó en convertirse en la principal fuerza creativa. Primero se hizo con el puesto de cantante porque su voz tenía más personalidad que la de su hermano mayor, quien quedó relegado al puesto de guitarrista rítmico. También empezó a hacerse cargo de la composición. Como consecuencia, el estilo empezó a cambiar y el sonido años cincuenta fue sustituido por otro más cercano al de lras bandas hippies californianas. Ahora sí, aquello empezaba a sonar más parecido a la futura Creedence.

El dueño de Fantasy Records, Saul Zaentz, estaba encantado con el trabajo de The Golliwogs, pero les dijo que con aquel nombre no iban a llegar a ninguna parte. El grupo propuso uno nuevo, extraño pero muy sonoro, original, con mucho gancho y que resultaba fácil de recordar: Creedence Clearwater Revival (¡una maravilla de nombre!). Por si alguna vez se han preguntado por su sentido, lo cierto es que no tiene un significado particular. Era un galimatías surgido del microcosmos de la banda. «Creedence» era el homenaje a un compañero de trabajo de Tom Fogerty, un conserje negro llamado Credence Newball a cuyo nombre añadieron una «e» para hacer un juego de palabras con «creed» (credo), buscando expresar algo parecido a honestidad y sinceridad, valores muy de la época. La palabra «Clearwater» la sacaron del anuncio de una marca de cerveza, Olympia, aunque también les gustaba el término por sus implicaciones ecologistas. Y lo de «Revival» era como un chiste que aludía a la transformación del grupo: eran los mismos cuatro componentes de antes, pero con un nuevo nombre, nuevas funciones, un nuevo estilo. Atrás quedaba la estética en plan años cincuenta. Poco podían imaginar entonces cuán alto les iban a llevar todos esos cambios.

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Creedence Clearwater Revival (1968) El primer álbum del renovado grupo mostraba un giro de dirección. Con The Golliwogs habían estado cul...